Desde pequeña mi atracción por la lectura era algo notable y gracias a mis padres que me ayudaron a mantener esa motivación para leer libros, esto se convirtió en algo indispensable para seguir leyendo hasta el día de hoy. Todo en la vida tiene un principio y el mío con la lectura comenzó con libros de animaciones; siendo niña me gustaba observar las acciones que se iban presentando a medida que iba leyendo. Leer me distrae de todas las tensiones que agobian el día a día, me ayuda a mejorar como escribo y mi vocabulario, además ha mejorado bastante, leer me transporta, me lleva a aquellos lugares en los que sé que jamás estaré y aumenta mi creatividad como no lo hace nada en este mundo. Después de un tiempo comencé a escribir, pude sentir una buena satisfacción cuando leía, así como también cuando escribía mis ideas en un papel. Poco tiempo después de este hecho mis ideas también se convirtieron en una combinación de experiencias que se iban presentando en el transcurso...
Diario de una pequeña escritora