Este
libro está compuesto por afrodisíacos
en anécdotas, cuentos y recetas. Es un libro un poco diferente del que estamos
acostumbrados a leer de Isabel, pero es en verdad excepcional; los afrodisíacos tienen el objetivo o la
finalidad de incitar al amor carnal, es decir el incremento del deseo sexual en las personas y
su nombre se deriva de la diosa griega del amor, Afrodita.
En diferentes culturas ciertos alimentos y
bebidas causan el deseo sexual en las personas, y es entonces donde entran los
cuentos y relatos de Isabel, mientras que las recetas fueron preparadas y
creadas por la madre de nuestra escritora, llamada “Panchita”.
Estas son algunas de
las frases recolectadas del libro Afrodita:
- No conozco quien cocine o haga el amor con un manual.
- El viernes se supone que es el día de la mujer, los otros seis pertenecen al hombre.
- Copiar de un autor es plagio, copiar de muchos es investigación.
- Las caricias sonrojan la piel, es el momento por unos minutos, retardando el encuentro para que los amantes se regalen una historia o un poema.
- La conversación es el sexo del alma.
- Por una parte me encanta zambullirme en esa atmósfera llena de espíritus literarios y por otra me deprime sobremanera comprobar el número impresionante.
- ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción. Que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son.
- La relación entre comida y sexo ha sido un tema constante en todas las culturas.
- Ante la duda, abstente.
- El único afrodisíaco verdaderamente infalible es el amor.
- Nada logra detener la pasión encendida de dos personas enamoradas.
- El amor, como la suerte, llega cuando no lo llaman, nos instala en la confusión y se esfuma como niebla cuando intentamos retenerlo.
- Tanto acumular y tan poca abundancia.
- El hombre está más cerca del mono que la mujer, no cabe la menor duda.
- La única manera de que las mujeres escuchemos es si nos susurran al oído.
- El punto G está en las orejas, quien ande buscándolo más abajo pierde su tiempo y el nuestro.
- El vicio de las palabras… una vez escapadas de la boca no podemos recogerlas.
- El poeta y el panadero son hermanos en la esencial tarea de alimentar al mundo.
- He tenido bastantes angustias en mi vida, no necesito más.
- Mientras más difícil es obtener algo, más empeño ponemos en desearlo.
- El origen del movimiento y del cambio de las cosas mundanas parte de los apetitos y de las pasiones.
- Después de un par de vueltas completas por el mundo de los afrodisíacos, descubro que lo único que en verdad me excita es el amor.
- Por desgracia pertenezco al tipo de personas que cree en el amor a primera vista, y para colmo, se casa.
- Jamás me he enamorado con prudencia.
- En general me quedo con el hombre de turno por un tiempo considerable.
- Esta tendencia a las relaciones largas no es masoquismo falta de imaginación de mi parte, sino prudencia.
- Para que florezca el erotismo no bastan los guisos estimulantes, también es indispensable crear un ambiente donde se regocijen los espíritus y no haya lugar para palabras adversas.
- Hacer una salsa con buenos ingredientes es como hacer el amor con un experto.
- En lo referente a las salsas, como en el amor, hay que guiarse por la intuición y no por manuales.
Comentario personal: Definitivamente me encanto este libro y pienso preparar algunas de las recetas
recomendadas por el mismo, quiero decir que me disfrute cada página, a pesar de
ser un libro tan diferente de los que he leído de Isabel, lo volvería leer una
y otra vez.
Puntuación: 10/10.
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