-La felicidad no se compra. Tampoco se deriva de un proceso lógico o matemático
de sumar tus logros, tus bienes, tus relaciones o tu posición en la sociedad.
- La felicidad se siente, no se piensa.
-Cuando uno se equivoca, o cuando las cosas no nos salen bien, uno no
tiene por qué sentirse inútil, tonto o culpable. Uno debe entender su error,
aprender del error y buscar otras alternativas sin dudar de su autoestima.
-Todo lo que retienes se mantiene. A todo lo que te aferras, te
esclaviza.
-A medida que tomes más conciencia de tus conductas, tendrás una mayor
capacidad de mejorar.
-Cuando una persona está en una cueva subterránea y no encuentra la
salida, se desanima y desiste de intentarlo. Pero si en su búsqueda escarba y
encuentra un mínimo haz de luz.
-El verdadero objetivo de la empresa es ofrecer un entorno que te
permita, tanto a ti como a tu personal, realizarse, crecer, aprender,
desarrollarse.
-La rentabilidad y el dinero son un medio y no el fin en sí mismo.
-No hemos venido a esta vida a lograr metas o en el caso del tren, a
alcanzar ciudades. Hemos venido a aprender y crecer como espíritus durante el
viaje.
-Hemos venido para recordar que nuestra verdadera esencia es de paz y
tranquilidad.
-Cuando dejes tu cuerpo y mueras en este plano, no te llevarás tus
metas, tus logros, tus bienes materiales o tu empresa. Lo único que te llevarás
será tu espíritu.
-Quizás la humanidad en su conjunto se ha desviado de su verdadero
camino y no se ha dado cuenta.
-El éxito en la vida lo obtienes cuando alcanzas la felicidad.
-Una vez más te pregunto: ¿para qué venimos a este mundo?, ¿para
alcanzar metas o para ser felices?
-Recuerda que tus metas, bienes materiales y prestigio no te los
llevarás de este mundo cuando mueras. Sólo te llevarás tu espíritu.
-¡Qué fácil era ver el ego de las personas! ¡Qué fácil era estar
consciente de las emociones y reacciones de los demás! Pero ¿por qué era tan
difícil observarlas en uno mismo y tener autocontrol?
-Uno siempre debe hacer lo mejor que puede y dar lo mejor de sí, al
margen de los resultados.
-Recuerda que las metas te dan la dirección, pero el objetivo de la vida
es disfrutar el camino dando lo mejor de ti y manteniendo tu paz y felicidad
interior
-La mayoría no quiere soltar ni entregar ni una gota de sus recursos.
Pero lo que no saben es que después, cuando dejemos este plano material, cuando
tengamos que morir, nos encontraremos con que todos somos un solo mar de
energía divina.
-El ser humano busca la llave de la felicidad en el sitio equivocado.
Gran parte de la culpa la tiene la televisión. La televisión, a través de los
programas y la publicidad; te hace buscar la llave de la felicidad en un sitio
donde no la vas a encontrar. Algunos tipos de publicidad te convencen de que no
serás feliz si no te compras un auto específico o una marca de ropa, si no usas
cosméticos o te compras todo tipo de artefactos. No te das cuenta de que la
mayoría de la publicidad está orientada a que busques sólo tu beneficio. Han
convencido al ser humano de que la felicidad se logra cuando compra cosas o
busca su beneficio personal. Es justamente lo contrario.
-El antídoto más importante para vencer: el miedo es simplemente
enfrentarlo
-A veces el camino más largo es el mejor porque es el más seguro.
-Cuando actuamos en contra de nuestros valores, el camino también es
resbaloso y nos podemos caer en cualquier momento.
-El problema con los dilemas éticos es que hay muchas conductas que son
aceptadas como válidas por la sociedad, pero que violan principios éticos.
-Las conductas aceptadas por la sociedad empañan los lentes mentales de
las personas y no se dan cuenta de que actúan en contra de sus va-lores.
-Si no existen los consumidores de los bienes robados, tampoco habrá
ladrones.
-Somos nosotros mismos quienes hemos fomentado antivalores que ahora son
aceptados por todos.
-Recuerda que tus actos son los que definen los valores de tu
organización, y no tus palabras.
-Cuando te enfrentes a una decisión de negocios que te presente un
dilema moral, primero entiende bien el problema y define cuáles son los valores
enfrentados.
-Recuerda el secreto de que nuestra verdadera esencia nunca cambia y no
tengas miedo.
-El ser humano está preparado para el cambio.
-El gran problema que tenemos es que las cosas cambian, nuestras metas
cambian y nosotros queremos seguir usando el mismo camino aunque ya no nos
lleve a nuestros objetivos.
-Este es el reto del ser humano: tener el valor de crear nuevos caminos
y dejar las rutas conocidas, para mejorar y crecer.
-Lo mismo le ocurre a la mente humana. Cuando está cerrada y no tiene
una actitud favorable al cambio, la fuerza de gravedad de los hábitos la lleva
por los mismos caminos y muchas veces eso significa ir directo al acantilado.
-Cuestiona tus conductas, tus creencias, tus supuestos, tus prejuicios y
lo que te dice tu percepción.
-Las cosas no siempre son lo que aparentan.
-No te dejes convencer por lo evidente, por lo conocido, y atrévete a
retar lo establecido. No tengas miedo de explorar nuevos territorios.
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