Con frecuencia pienso en esconderme y no salir de mi caparazón. La muerte no es problema, es un incentivo para la vida, que su cercanía le recuerda todo el tiempo que debe vivir cada instante porque bien podría ser el último. La verdad es que en ocasiones me gustaría perder la razón. En las tardes se sienta a ver la caída del sol y se le llenan los ojos de lágrimas, pero ella dice que son lágrimas de fiesta. El amor no es una necesidad… El amor es un lujo. Los locos se bastan a sí mismos, no necesitan de nadie, tienen su propio reino. El que realmente quiere vivir tiene que vivir en constante peligro… Y si tiene que perderse para hacerlo que se pierda. ¡La vida es una danza, momento a momento! Los borrachos y los locos se entienden de maravillas. No desaproveches la vida. Sal de tu capazón, vive la vida plenamente, con todo el corazón. Una ilusión no dura mucho. Tarde o temprano tiene que terminar. ¡La v...
Diario de una pequeña escritora