Comienzo con esta frase de Juan Lamur el post de hoy:
Si la vida trae flores, de
acuerdo, si la vida trae espinas, de acuerdo. Si la vida da, está bien, si la
vida quita, está bien. Dejarlo todo a la vida, lo que sea… no desear, no hacer
demandas. Simplemente ir donde la vida te lleve.
La vida nos invita a movernos de lugar en un
momento a otro y la mayoría de las veces rechazamos esos cambios por temor a
enfrentar lo desconocido; al estar cómodos
en nuestra zona de confort nos olvidamos
de que la vida está llena de riesgos que correr y que muchas veces enfrentar
esos riesgos es lo que nos ayuda a
crecer y madurar en nuestras vidas.
Yo estaba ciega en no querer ver que la vida me estaba no
invitando, me estaba exigiendo a aceptar ciertos cambios que no esperaba tener,
ni mucho menos enfrentar a lo largo de mi vida.
Pasamos por diferentes circunstancias y golpes que
nos ayudan a abrir nuestros ojos y a tomar caminos diferentes de lo que pensábamos
transitar.
En medio de todo esto tengo un nuevo proyecto
que estaré compartiendo con todos ustedes muy pronto y estoy muy feliz porque
lo tenía planeado hace mucho tiempo, pero gracias a Dios esos planes hoy se
vuelven realidad.
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